“LA PINTURA: SEGUNDA PASIÓN DE ROMANONES, DIRECTOR DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO”. GUILLERMO GORTÁZAR

El jueves 30 de noviembre el historiador Guillermo Gortázar pronunció en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando una conferencia sobre la faceta artística de Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones (1863-1950). Bajo el título “La pintura: segunda pasión de Romanones, Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, el profesor Gortázar expuso la íntima relación entre Romanones y la pintura, sólo superada en intensidad por la política, que fue “la primera pasión” del político y aristócrata.

Una querencia por el arte que comenzó a manifestarse en la infancia de Romanones, cuando se refugió en la pintura tras un accidente de automóvil que le causó una lesión en la pierna -la cual le acompañaría el resto de su vida-. Empezó entonces a, en palabras del protagonista de la conferencia, a ‘embadurnar’ lienzos creyendo “que tenía un talento extraordinario de pintor”. Fue el desengaño producido al ver cómo sus pinturas “le arrancaron algunos aullidos a alguna eminencia de la crítica” lo que le motivó, con apenas 17 años, a cambiar el rumbo de su vida y dedicarse a la política.

Esta primera decepción no ahogó, ni mucho menos, su pasión por el arte, la cual continuó cultivando desde la esfera política. Así, ocupó la cartera de Instrucción Pública y Bellas Artes -desde la que promovió importantes iniciativas de carácter cultural, lo cual le valió el ser elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando-. Incluso como ministro de otras carteras a priori ajenas al mundo cultural, como la de Gracia y Justicia, el conde de Romanones mantuvo su preocupación por las cuestiones artísticas, como demuestra el hecho de que estuviera detrás de la promulgación en 1923 de un decreto para poner fin a la venta incontrolada en el extranjero de obras pertenecientes al patrimonio histórico de nuestro país.

Guillermo Gortázar también expuso los gustos artísticos de Romanones a través de las obras que componían su colección personal: obras antiguas –“de excelente calidad”, en palabras del académico José Francés- y numerosos ejemplos de autores contemporáneos como Sorolla, Gonzalo Bilbao, Moreno Carbonero, López Mezquita y Mariano Benlliure. Sin embargo, en la colección del conde la obra de pintores de vanguardia brillaba por su ausencia, más por considerarla ajena a sus gustos que por hostilidad hacia la misma.

La colección artística del conde de Romanones, según sostuvo el profesor Gortázar a modo de conclusión, era un fiel reflejo del gusto estético imperante en su generación, estrechamente vinculado al liberalismo cultural. Un gusto que comenzó a dar señales de agotamiento hacia el final del reinado de Alfonso XIII y que finalmente sucumbió con el estallido de la Guerra Civil en 1936. Para entonces, Romanones se había convertido “más en un espectador que [en] un protagonista”, habiéndose alejado por completo de la polémica entre vanguardia y tradición que tanto le interesó en etapas anteriores de su vida.

Guillermo Gortázar es licenciado en Historia y Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde también obtuvo el doctorado en Historia con mención cum laude. Ha sido Profesor Titular de Historia Contemporánea en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) durante más de 25 años, así como diputado en el Congreso entre 1993 y 2001. Entre sus múltiples publicaciones destacan Alfonso XIII, hombre de negocios. Persistencia del Antiguo Régimen, modernización económica y crisis política (1902-1931), Alianza Editorial, 1986; Romanones. La transición fallida a la democracia, Espasa, 2021 y El secreto de Franco. La Transición revisitada, Renacimiento, 2023.

Esta conferencia se enmarca dentro de las actividades organizadas conjuntamente por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Cultural de la Nobleza Española desde que en diciembre de 2021 ambas instituciones suscribieran un convenio de colaboración. El principal fin de este acuerdo es establecer un marco de cooperación entre ambas instituciones a través del cual llevar a cabo proyectos de carácter cultural que contribuyan a un mejor conocimiento de las actuaciones de la Corona española y de la nobleza titulada relacionadas con la protección y fomento de las artes a lo largo de la historia.