París 2015, una oportunidad en bien de la humanidad
Hace ya más de treinta años en la cumbre de desarrollo humano de un Estocolmo 72, se pusieron las bases para entender lo que hoy conocemos como desarrollo sostenible.
Un largo camino hasta nuestros días, donde el mundo ha evolucionado en todos los sectores y donde la humanidad ha dado indudables pasos de progreso, y donde la sociedad del conocimiento, las tecnologías y la información, han abierto un nuevo modo de entender nuestras relaciones con muchas más oportunidades, pero también, creando nuevas brechas globales y locales, con la responsabilidad de todos para hacer que este siglo sea el que logre equilibrar las diferencias y debilidades existentes.
Paz y seguridad, derechos humanos y desarrollo sostenible son el trípode para reforzar la democracia del siglo 21, y consolidar un nuevo paradigma de desarrollo para preparar el presente y solidificar el futuro de las siguientes generaciones.
No hay tiempo que perder pues las amenazas y problemas también suceden con nueva velocidad, y cuestiones como la energía , el agua, el cambio climático, la sanidad, la desertificación, los océanos, la biodiversidad, la nutrición, la infancia, los movimientos migratorios, la pobreza, son solo algunos de los asuntos estratégicos que deben tratarse en bien de las necesidades globales y locales de nuestra sociedad.
La reciente 70 Asamblea de Naciones Unidas ha girado en torno a la aprobación de los 17 objetivos de desarrollo sostenible, hasta el 2030, considerados estos ya trascendentales para el necesario equilibrio y desarrollo inteligente de la humanidad.
La Cumbre de Cambio Climático de París, en Diciembre, va a ser una prueba esencial de hasta donde los compromisos de los gobiernos, instituciones y de la sociedad civil, están dispuestos a ponerse definitivamente en marcha, pues la tierra necesita muy urgentemente de esa decisión para aminorar los efectos del cambio climático y armonizar soluciones que deben ya pasar por toma de decisiones globales y locales, aceptadas por todos.
Tenemos una sola tierra donde desarrollar toda la actividad de las personas y ante todo debemos respetar su dignidad, poner en marcha un desarrollo sostenible humano, y hacerlo compatible con la respuesta de la naturaleza, sin ponerla en peligro, pues de ello depende nuestra subsistencia y nuestra responsabilidad de legarla a las siguientes generaciones, sin poner en riesgo el mismo derecho del que nosotros disfrutamos.
Vamos a llevar a París los avances que desde hace muchos años venimos haciendo desde Portugal a favor del desarrollo sostenible y su plan de acción, y además de los importantes progresos que en eficiencia , innovación e investigación se están llevando a cabo principalmente por las empresas para la búsqueda de soluciones, que contribuyan a paliar los efectos del cambio climático y sus consecuencias, propondremos avanzar en el compromiso para exigir la voluntad de acuerdo de los máximos responsables, apelando a la cultura, como mejor herencia moral de la sociedad, como pilar principal del desarrollo sostenible, y guía indispensable para entender y transitar seguros en un mundo nuevo.
En este documento proponemos soluciones y apelamos al compromiso, basado en la exigencia responsable de lo mejor que sabemos, desde la experiencia de los siglos, y que debemos aportar a la sociedad para extraer lo mejor de nuestros conocimientos y compromiso firme como personas, para modelar nuestra voluntad hacia el único camino del bien común y de un desarrollo sostenible inteligente, que aporte confianza, como valor indispensable, en bien de la humanidad.
Amalio de Marichalar
Conde de Ripalda
Presidente del Foro Soria 21 para el Desarrollo Sostenible.
Miembro del Consejo de la European Environment Foundation, Freiburg. Alemania.
Madrid, 30 de Octubre de 2015